Toma de contacto: Range Rover Evoque

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Hace un par de semanas en Segundos tuvimos la oportunidad de tener una toma de contacto con la sensación de los SUV este año y que puede plantar cara al resto de rivales de su segmento, el Range Rover Evoque, y os queremos transmitir nuestras sensaciones con él.

Exterior, desprendiendo diseño y calidad por todos sus poros.
Con los mismos rasgos y diseño que aquél concept presentado en el Salón de Madrid de 2008 llamado LRX, ha resultado llegar a producción el Ranger Rover Evoque, el SUV de corte urbano cuenta con 4,36 metros de largo, 1,96 de ancho y 1,63 de alto con un diseño realmente cuidado y un tamaño imponente.

Digo cuidado e imponente debido al bonito aura que desprende. Su morro elevado, el nombre detallado en las tomas de aire del capó en piano black, sus grandes llantas de 20″ (en nuestra unidad), su techo que parece levitar sobre el cuerpo del coche por sus pilares en color negro, su sobreelevada parte trasera deportivizada con unas grandes tomas de escape o sus retrovisores que no desentonan a pesar de su grandísimo tamaño.

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Interior, mas grande de lo que parece.

Quizá, su techo con caída de la impresión de estrechez en el interior del habitáculo, pero estamos equivocados; abrimos la gran puerta de esta versión Coupé y entramos al habitáculo donde percibimos una gran calidad premium en su instrumentación (quizá demasiado seria comparada con su físico exterior) e interiores beige, además del gran espacio interior (y ello sin el techo acristalado, que siempre da una sensación de mayores interiores), pero ese espacio no se reduce solo a la parte delantera, y es que la parte trasera tiene un gran tamaño para llevar a pasajeros, incluído aquellos de gran embergadura sin temer por la parte trasera del techo con caída ya que queda a gran altura.

SD4 2.2 190cv, conducción con soltura asegurada

La unidad que tuvimos entre manos fué un Coupé Dynamic SD4 2.2l de 190cv con cambio automático que me dejó con ganas de mas, con ganas de seguir comiendo quilómetros a ese SUV que se deja llevar con gran facilidad por la ciudad, con una dirección suave que permite callejearlo sin problemas y la comodidad de su cambio automático.
Si salimos de ciudad, encontraremos un coche al que no le falta potencia, su respuesta en la aceleración es buena y le sobran caballos para recuperar velocidad, realizar adelantamientos e incluso “darle chicha” en trayectos largos sin problema alguno mas que el disparo del consumo en el medidor del vehículo además de tener una buena respuesta “jugando” con las levas.
Quizá su punto mas débil venga dado por la poca visibilidad en la parte trasera, pero realmente no es un problema en el medio urbano gracias a la cámara y sensor de aparcamiento, así como a sus grandes retrovisores que parecen haber sido extraídos de una furgoneta, pero que no desentonan para nada debido a la gran embergadura general de la unidad.

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En definitiva, el Range Rover Evoque es probablemente el mejor SUV de este año, incluso en el sector premium, pudiendo unir en un solo grupo público mas variopinto; desde las madres que quieren un “burro grande” para llevar a sus hijos al colegio, como jóvenes y hombres de mediana edad que buscan el equilibrio entre la modernidad y la deportividad de este todoterreno urbano. Me ha dado pena dejarlo tan pronto.

Si, su precio no es el mas económico entre sus competidores (concretamente el de esta unidad son 54.358 euros), pero son totalmente justificables si comparamos además de su aspecto premium y calidad interior y exterior, la completa lista de extras y equipamiento del que dispone.